Época postmoderna el piercing
La practica de el
tatuaje y el piercing empezaron hace miles de años en la India, la perforación
era vista desde un sentido animista, se creía que colocarse huesos o diversos
materiales, los defenderían de malos espíritus o tragedias, según qué se
colocaran y en qué zona del cuerpo lo hicieran.
Las representaciones
del cuerpo ocupan un lugar destacado en el mundo de las artes visuales, de
manera que se convierten en una plataforma de protesta que da cabida a las más
diversas manifestaciones: desde el arte de la herida.
La concepción del
cuerpo, su lugar en la sociedad, su presencia en el imaginario social y su
representación en la filosofía tiene una historia así, desde la perspectiva
estética, el cuerpo se convierte en una plataforma de inscripción y protesta
que da cabida a las más diversas manifestaciones.
Hasta la actualidad en la
que estamos, la época postmoderna expresa
“la caída de los grandes relatos” que organizaban la racionalidad histórica
moderna, bajo el imperio de los programas de la racionalidad y el progreso
indefinidos, alrededor de proyectos políticos generacionales que resultaron
ser, también, marcas de época y aportaban una visión de totalidad dadora de
sentido a cada experiencia particular. Este nuevo clima de época, devino en la
generación
de nuevas prácticas tales como el piercing.
Existen 4 motivaciones primarias que desencadenan el deseo de introducirse en este mundo: belleza, moda, dolor y placer. Todo esta teniendo en cuenta que para muchos se ha convertido con el pasar del tiempo en una filosofia de vida que responde perfectamente al propio deseo de autoafirmacion, de dominio del cuerpo, del conocimiento de si mismo.
El piercing es una
practica que realizan los jóvenes como un acto de rebeldía, ante la sociedad,
llenan su cuerpo con aretes que no son bien vistos por la sociedad y de esta es
la manera expresan su malestar actitudes, ideas y rasgos muy elaborados de su
personalidad y criterio frente a un mundo por los actos que realiza la sociedad.
Al colocarse un
piercing representan su experiencia de resistencia contra-cultural en su piel,
es algo erótico, un sinónimo de fuerza, de creencia, de rechazo, algo que
contar, el cuerpo dejó de ser sagrado, para pasar a ser el espacio de
representación, ya que la tecnología, la
política y las instituciones establecidas, dejaron de expresar las nuevas
necesidades culturales.
Aunque los piercing, no siempre es comprendido por quien
lo porte, en muchas ocasiones este desconocimiento conlleva a considerar estas
prácticas como una moda simplemente de pocos e irreflexibilidad mezclada con
ignorancia de muchos. Solo los portan porque es algo que les han vendido los
medios de comunicación, ideales comerciales, se convierte en un culto a la
imagen de la Tv, Internet y demás medios estas practicas pueden ser cambios
permanentes o momentáneos.
Prácticas dentro de
la problemática social, es ser vital la necesidad de definir más claramente los
límites entre generaciones y sus prácticas, los motivos varían y las razones no
caben en su totalidad, pues el debate debe ser en términos simbólicos acorde a
sus creencias y experiencias.
Por eso es que ahora
en día se puede ver a jóvenes por doquier usando aretes en diferentes partes de
su cuerpo expresando su personalidad y la forma artística que esta en ellos.
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